Arañilla roja en el cedrón, romero y lavanda. Esto me pone en la disyuntiva de elegir entre el inerte jabón potásico o el arma química de Glaxocon o algo así. Leí el prospecto del segundo y da miedo. Mata abejas. Además, no me dan ganas de tomar ese cedrón. El primero es un rifle de balines frente al ejército ruso (solo por lo rojo). Me generan rabia esos bichitos, su forma arácnida, uno de mis grandes temores (ya no fobia) lo hace peor. Por hoy eché jabón potásico y arranqué las ramitas más enbichadas. Esta es una guerra en la que debo despejar toda psicología y simbología para ganarla. Es simplemente el brazo vivo del universo fluyendo. Hay que modificar su corriente con el menor uso de energía y cambios posible.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Por qué no escribo sobre la paja
Y si no escribo sobre la paja es porque no me animo. Es mortificada como pecado o incapacidad, virgidad, incogibilidad. El placer como sínt...
-
Escribo esto acá porque no sé en dónde. Cómo hoy intenté quedar con un amigo y un primo y me quedé solo. Mirando la historia del jazz. Seg...
-
Si había alguna posibilidad de felicidad a futuro, ya se cerró. Solo veo el reflejo de esos padres estresados a la salida de los colegios e...
-
El videojuego de autos me genera una bronca hacia el juego. La inteligencia artificial de los policías que me buscan más a mí que a su par ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario