Suena el tren a lo lejos. Siento que siempre es así en esta ciudad. Son las 3:30 en punto, como si todas las horas no fueran en punto o todas corridas. Pensaba en lo que debe ver el maquinista que cruz la ciudad a esta hora. Debe ser un lindo trabajo, despejado. Pero también me acordé de los que se te tiran abajo del tren. Podría estar mirando porno para dormirme, pero elegí esto, salvar esto. En el insomnio también pensaba en qué haría si volviese a tener 22 años, sin olvidarme lo que sé ahora. La posibilidad de hacer mejor un montón de cosas, pero, al rato, también me dio paja tener que pasar por situaciones que pasé, aprender cosas que me olvidé, que se borre todo lo que escribí y no en pedo puedo volver a escribir. No importa mucho, no voy a volver a tener 22. ¿Sabés cuántos años hace que me hago la paja? Y todavía lo vivo como algo malo. Qué cruel enseñarle a los chicos que la madurez existe y que se progresa continuamente en la vida. El ya lo vas a entender es "ya vas a sufrir un miedo paralizante, un sentimiento de fracaso hasta rendirte y aunque esto no va a tener sentido, tu mundo se va a terminar de derrumbar si alguien no acat este sufrimiento, sobre todo tu descendencia". Chau descendencia que queda en el papel higiénico, no los voy moralizar al menos.
jueves, 24 de agosto de 2023
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