Furia desgarradora
silenciosa como un tumulo rosas escarlata brillando al sol en la heladera del supermercado. Sombras descuidadas ahí están meciendose el trajín del tumulto sonó como una liberación. Antes de que pudiera despertar la luz de un nuevo día caí en un pozo profundo de desesperación. Pequeños granos de arena retumbando en mi cabeza demostrando que no hay nada a la mierda. Lloro al lado de cada persona en su propia batalla como un alcoholico en el baño del shopping. La depresión me escandaliza me vuelve insignificante me arrastra como una ola hasta un abismo sin fin. Ahora sé que nunca me curaré en este pueblo de Argentina y que la tristeza es mi compañera por el resto de mi vida.
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