El gatito está bien. Todo es emoción y felicidad.
Acabo de poner el blog como privado para sentirme más libre. Ayer P se cayó un piso y tuve que meterme en el kiosco de abajo, muy poco colaborativos. Fue así, es un patio "ciego" que tiene una puerta clausurada desde el kiosco y una ventana (que me dijeron que no se podía abrir porque están las heladeras - la he visto abierta) y otras ventanas dan a un departamento que no estaba el dueño. La cosa es que después de una hora llamando a P teniendo una colcha para que trepe (nunca ni lo intentó), los del kiosco abren la ventana y P sale volando hacia ahí para entrar, y yo salgo volando hacia abajo con un bolso.
Me metí de prepo en el kiosco diciendo que se metía el gato, corrí un poco la heladera, lo agarré como pude, me rasguñó bastante, tenía los ojos totalmente negros y gritaba, no me reconocía. Finalmente con ayuda lo pude meter en el bolso y traerlo.
Lo lleve a la veterinaria, radiografías. Todo bien, fijarme si hace pis y si se agita. Se agitó cuando llegó, pero luego se calmó un poco. Estaba tonto por el tramadol. Recién hizo pis, por suerte, mucho y amarillo. Estuvo un día y una o dos horas sin hacer pis. Pero ahora nos podemos ir al viaje que teníamos pensado empezar ayer.
Qué bueno poder contar todo esto, aunque nunca nadie se iba a dar cuenta que yo soy el de este blog. Tal vez yo.
Lo importante: El gatito está bien. Todo es emoción y felicidad.
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